Petroglifos del Monte Xiabre, un descubrimiento por fuego y maquinaria
Tanto el fuego como la maquinaria son los principales enemigos de los patrimonios arqueológicos, pero, aunque suene paradójico se han convertido en un factor positivo para localizar nuevos petroglifos que se encontraban ocultos por la vegetación.
Sin embargo, las altas temperaturas acaban con la pátina natural de las superficies rocosas, acelerando la desagregación de sus materiales, y en casos más graves, llegan hacer saltar placas de la superficie deteriorando significativamente los grabados.
Tras los incendios ocurridos en el año 2007, se localizó en el Monte Xiabre, Vilagarcía de Arousa, Pontevedra, nuevas estaciones con arte rupestre. El laboratorio de Patrimonio, Paleoambiente e Paisaxe de la Universidade de Santiago de Compostela ha identificado 27 piezas distribuidas en una docena de yacimientos que rodean la cumbre del Monte Xiabre, específicamente.
El Monte Xiabre es una montaña con una altitud de 641 metros, y como se encuentra rozando la costa se ve su altitud plenamente. Allí se levanta entre los municipios de Caldas de Reyes, Catoira y Vilagarcía de Arosa. Se caracteriza por su abundante vegetación.
Los motivos de este campo de petroglifos encontrados responden a un contenido clásico, donde se encuentran laberintos, combinaciones circulares concéntricas que se relacionan entre sí, cazoletas, animales cuadrúpedos, óvalos, herraduras e incluso gravados alfa uniformes y cruciformes.
Este conjunto representa una temática cercana a la transición entre la Edad de Bronce y la Edad de Hierro, a caballo del tercer y el segundo milenio antes de Cristo, aunque las figuras presentes en forma de cruz llevan a pensar en trazados muy posteriores, enclavados inclusos en la Edad Media.
Estas cruces suelen ser interpretadas como marcas de pertenencia de territorio o también como intentos de cristianizar elementos anteriores.
La cantidad de superficies grabadas convierte al Monte Xiabre en un interesante foco de arte rupestre. Su ubicación, en el monte que denomina el mar de Arousa, les otorga una especial perspectiva.
En la actualidad por sus innumerables caminos, pistas, senderos y cortafuegos hacen del Monte Xiabre una zona recurrente para la práctica deportiva.
Esther R.