Récord de visitantes alcanzan los petroglifos de Mogor
Los petroglifos de Mogor han alcanzado un total de visitantes de 894 personas en el mes de julio, computando exclusivamente aquellos que ingresaron en el Centro de Interpretación o aquellos que acudieron a las visitas nocturnas organizadas, las cuales tenían una media de 70 personas. Los visitantes más comunes tienen una edad promedio entre los 41 y los 50 años de edad.
De acuerdo a los datos que maneja el Concello, es una de las cifras más elevadas desde su apertura en el año 2015. Los visitantes reales pueden superar la cifra en un 30 por ciento, ya que por su condición de estar las representaciones al aire libre, pueden ser visitados en cualquier momento fuera del horario del Centro.
La mayoría de los visitantes pertenecen a Galicia, con especial incidencia de Santiago, A Coruña y la villa de Marín; sin embargo, Madrid fue la segunda comunidad que aportó más visitantes, aunque también hubo presencia de extranjeros.
Los petroglifos de Mogor, o como mejor se le conoce popularmente los Laberintos de Mogor, se ha convertido en una de las estaciones rupestres más reproducidas y analizadas de Galicia. Estos laberintos forman parte del conjunto de arte rupestre de Terras de Pontevedra, compuesta de tres conjuntos de grabados visibles, aunque en la zona existieron hasta siete grupos rocosos. Se encuentran en el lugar de A Barriada, parroquia del ayuntamiento de Marín, provincia de Pontevedra.
Estos están en una zona que intenta recrear un ambiente arqueológico, donde hay pasarelas que permiten visualizar las representaciones desde lo alto. Estos grabados forman parte de una estructura que se construyó a finales del 2011, para una mejor visualización e interpretación del arte rupestre.
Los conjuntos rupestres de Mogor son “La Pedra do Laberinto, laberinto con surcos anchos – profundos y combinaciones circulares, “La Pedra dos Campiños” laberinto de surcos ligeros muy borroso, y “La Laxe dos Mouros” laberinto con 23 combinaciones circulares, cazoletas y un cérvido poco perceptible.
Esther R.